Juventud y Democracia
- María del Socorro López Márquez
- 23 oct 2015
- 5 Min. de lectura
La juventud es la oportunidad que nos da la vida para emprender vuelos que nos permite hacer grandes cosas, es la etapa en la que nos encontramos incluso con dudas y una lucha interna por descubrir el exterior, así como de tropezar y levantarnos para volver a intentar. Los jóvenes en los últimos años nos hemos convertido en la fuerza de grandes transformaciones, constituimos una mayoría en la sociedad donde reclamamos espacios y oportunidades para desenvolver el potencial que hay dentro de cada uno de nosotros. En México, tenemos el privilegio de vivir en un sistema de gobierno que por lo menos aparenta ser democrático, en donde los jóvenes tenemos la oportunidad de crecer desmedidamente y que se nos puede canalizar a cada uno de nosotros para que logremos nuestras aspiraciones.
Poco a poco esto se está convirtiendo en una realidad, pues ahora los jóvenes mexicanos estamos conformando una generación de profesionistas, campesinos, trabajadores, deportistas etc. Que ya no se quedan cruzados de brazos esperando a ver que hacen de nuestro país las generaciones que actualmente están tomando decisiones y que afectan nuestro presente. Nosotros ya comenzamos una etapa de toma de decisiones trascendentales para nuestra vida, decisiones en la escuela, probablemente decisiones laborales, decisiones en el amor, seguramente muchos de nosotros quisiéramos formar algún día una familia y es un hecho que buscamos las condiciones óptimas que nos permita realizarnos como personas.
A lo largo de la historia el sistema democrático de nuestro país, ha sido centro de múltiples debates sociales, riñas de interés político y la causa de una descomposición social que ha perturbado el progreso y desarrollo de México. Nuestra comunidad política se ha desgastado debido a la falta de congruencia entre sus palabras y su forma de actuar, lo que ha provocado que los diferentes sectores que componen a nuestra sociedad, desconfíen por completo y desconozcan la ideología que los identificaba como “miembros activos” de los diferentes partidos políticos.
Cabe mencionar que la democracia debe entenderse y respetarse como el poder que el pueblo tiene para definir a quienes conocen y respaldan los intereses de la sociedad que los ha designado como representantes legítimos. Esta es realmente la esencia de la democracia, misma que no se ha logrado concretar debido al fallido Estado de Derecho en el que vivimos. En México, la lucha por lograr una verdadera democracia ha sido constante, se puede decir que en las elecciones del año 2000 por primera vez se lograba la transición del poder, fruto del cansancio y frustración de las personas agobiadas por el poder o partido hegemónico que gobernaba.
Es entonces que se puede hablar de que, si hay poder para cambiar la situación en la que vivimos, mismo que se concentra en la sociedad y por medio de ella, lograr elecciones trasparentes, con mayor participación de la ciudadanía a la hora de emitir nuestro voto que es una obligación. Pero ahora, ¿sobre quién, o quienes es que recae la responsabilidad de consolidar una verdadera democracia? ¿De qué meneara se puede lograr ejecutar? Considero que, en base a estas cuestiones, podemos centrar la idea de que en la juventud mexicana el futuro se construye de múltiples factores, unos ya olvidados que debemos recuperar son los valores y el interés por el desarrollo progresivo de nuestro país, así como el esfuerzo constante, pues ahora está en manos jóvenes el cambio, tomando como base la historia que nos persigue y nos limita a realizar con éxito una verdadera transformación.
Es por eso que es el turno de nuevos actores políticos que sean agentes de la construcción democrática, y a estos se les llama “jóvenes”. Jóvenes comprometidos con las necesidades de su pueblo, aunque es importante recalcar que, para la juventud de nuestro país, existe un desinterés por ser partícipes de la solución a los problemas que enfrentamos, hecho lamentable pues la atención está centrada en otras actividades. Considero que también es responsabilidad de los partidos políticos centrar más la atención hacia este sector de la sociedad y se tome en cuenta su opinión, así como proyectarlos e impulsarlos a que realicen sus metas o expectativas en vida en beneficio para el país.
Se es necesario dejar de ver a los jóvenes como personas con menor capacidad que los adultos para emitir una opinión que podría ser de gran ayuda en todo aspecto, los jóvenes tomemos con seriedad y compromiso lo que ahora nos corresponde por herencia. Centrando aún más el tema con respecto a la participación democrática de los jóvenes, es necesario indagar primero en cómo están catalogados para los partidos políticos, pues es de ahí de donde los jóvenes adquieren la “capacitación política” para adaptarse a su sistema de trabajo. Los partidos políticos están estructurados jerárquicamente donde los jóvenes ocupan el último peldaño de la escala, y considero lamentable el hecho de que sean vistos como los que están para acomodar las sillas, tocar puertas y regalar folletos, ¿esa es realmente una participación en la democracia? Creo que si eso es lo que piensan estamos condenados a mantener la mediocridad que ha caracterizado a los partidos políticos de nuestro país en los últimos años.
Ciertamente la juventud tiene la energía y el dinamismo de realizar trabajo de campo, pero también tiene la capacidad intelectual de razonar y realizar propuestas que den fortaleza y obtengan el poder, para poder hacer por su pueblo y fomentar la participación en el sufragio. Como jóvenes militantes o simpatizantes de algún partido político, creo prudente mencionar que sus intereses deben estar basados en el bien común, aprender que cuando se gobierna se debe gobernar para el pueblo y no para el partido de procedencia, aprender que los partidos políticos son un medio y no un fin.
Existe un reto con grandes dificultades, y estos son aquellos que se incluyan cada vez más a la participación política, que se aproveche el bono demográfico que tenemos en México, en donde su mayor parte de habitantes es joven y las exigencias por encontrar empleo son bastantes, es entonces que se tienen que abordar políticas públicas dirigidas al sector juvenil para que se internen a las dinámicas de desarrollo, y que estas generaciones rompan los esquemas que nos tienen estancados.
Para finalizar considero que a mi país, necesita un cambio certero, donde se dé mayor crédito a las aspiraciones de los jóvenes que ahora están involucrados en llevar a nuestro país a la transformación que tanto demanda la sociedad, pero una transformación que origine oportunidades y no decepciones, una transformación con responsabilidad y capacidad de cerrar el influyentísimo superando la parálisis democrática. Es necesario generar una nueva cultura política, que de paso a las oportunidades y detenga la impunidad, porque solo así veremos resultados contundentes al cambio democrático y a la participación ciudadana sobre todo juvenil.
La importancia de la participación de los jóvenes como miembros de una población dentro de la democracia, es prácticamente el presente, dando apertura a un mejor futuro en un mejor país. Es necesario que los jóvenes se introduzcan de lleno en la práctica de la democracia, que nos demos cuenta que México es nuestro hogar y el simple hecho de ser mexicanos nos hace responsables de cuidar y llevar al éxito nuestras metas como país. Debemos ejercer nuestro derecho y obligación en la democracia no solo emitiendo un voto, sino interesándonos e introduciéndonos en la situación actual de nuestro país, en buscar soluciones y no problemas. Si como jóvenes tenemos la capacidad de emitir una crítica, espero que sea constructiva y que luchemos por conseguir los objetivos.

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